Por primera vez en 34 años, Alemania es oficialmente el país con mayores activos externos netos del mundo. Esto desplaza a la República Federal de Japón de la posición de liderazgo que el país asiático había ocupado desde 1991. Pero detrás de esta historia de éxito económico se esconde una realidad cada vez más explosiva: mientras que Alemania va bien económicamente y, a pesar de un nivel de deuda aparentemente enorme, se encuentra en una posición estable, otras naciones industrializadas occidentales como Estados Unidos, Francia, Italia y España se encaminan hacia graves crisis de deuda. El riesgo: los activos alemanes en el extranjero podrían verse amenazados por la insolvencia de estos países.
Alemania está prácticamente libre de deuda, a pesar de los 2,5 billones de euros de deuda nacional.
Superficialmente, la deuda pública alemana asciende a unos 2,5 billones de euros. Eso suena dramático, pero se pone en perspectiva cuando se observa el desempeño económico general, el llamado producto interno bruto (PIB). En 2024, el ratio de deuda de Alemania rondaba el 64% del PIB. Esto significa que la República Federal de Alemania se encuentra en una posición muy sólida en una comparación internacional. Para comparar:
EE.UU.: ratio de deuda nacional superior al 130% (tendencia al alza)
Francia: más del 110%
España: aprox. 105%
Italia: un alarmante 137%
Si bien el nivel de deuda de Alemania es sostenible en relación con su producción económica –especialmente en el contexto de una fuerte economía exportadora y un sistema financiero estable– muchos otros países tienen déficits estructurales, tasas de crecimiento estancadas y déficits presupuestarios extremos que hacen que el pago de la deuda parezca imposible a largo plazo.
Alemania está ampliando sus activos exteriores netos
Según el Ministerio de Finanzas japonés, los activos exteriores netos de Japón ascendieron a finales de 2024 al equivalente de unos 3,3 billones de euros. Alemania superó significativamente esta cifra con 3,51 billones de euros, un hito histórico.
Este indicador refleja la diferencia entre los créditos de un país a países extranjeros y sus propias obligaciones. El fuerte comercio exterior de Alemania, que durante años generó elevados superávits en cuenta corriente, ha garantizado que las empresas, los bancos y las instituciones públicas alemanas posean significativamente más activos en el extranjero que viceversa.
Francia, Italia, España: El riesgo de impago subestimado
La situación financiera de varios países europeos es preocupante, especialmente Italia. Con un ratio de deuda superior al 137%, el país está peligrosamente al borde de la insolvencia. La inestabilidad política, el estancamiento del crecimiento económico, el envejecimiento de la población y las altas tasas de interés dificultan cualquier consolidación seria. Un default italiano ya no es un escenario teórico, sino un peligro real.
Francia también corre un gran riesgo: su nivel de deuda supera el 110% del PIB, la situación económica es tensa y los disturbios de los últimos años han suscitado dudas sobre la capacidad del país para reformarse. España, aunque se está recuperando económicamente ligeramente, sigue en terreno inestable, con una tasa de deuda en torno al 105%.
EE.UU.: potencia mundial con caos presupuestario
La situación en Estados Unidos es especialmente amenazante: el nivel de deuda supera hoy el 130% del PIB, con enormes déficits presupuestarios y estancamiento político al mismo tiempo. El país vive cada vez más a crédito. El techo de la deuda se eleva periódicamente y no se vislumbra un programa de austeridad sostenible. El enorme tamaño de la economía estadounidense oculta el hecho de que una catástrofe financiera es concebible en cualquier momento.
Advertencia: los ahorradores e inversores alemanes están amenazados
¿Qué significa esto para Alemania? Como mayor acreedor neto del mundo, la República Federal posee enormes activos en el exterior, en forma de bonos gubernamentales, participaciones en empresas, bienes inmuebles y otras inversiones. Si países como Italia, Francia o incluso Estados Unidos se ven en dificultades financieras, corren el riesgo de sufrir pérdidas masivas.
En el peor de los casos, esto significaría que los fondos de pensiones, las aseguradoras, los bancos y los ahorradores alemanes perderían una parte importante de su capital. Una evolución de este tipo sería especialmente crítica en caso de impago por parte de Francia o Italia, porque muchos de esos créditos están dentro de la eurozona y, por lo tanto, asegurados directamente a través del sistema financiero europeo.
Conclusión: La fuerza de Alemania es engañosa: la seguridad solo existe con estabilidad global
Alemania se encuentra en una excelente posición en estos momentos: buena gestión del presupuesto, fuertes exportaciones y un elevado patrimonio exterior. Pero estos activos son tan seguros como lo son sus deudores. No se puede ignorar la creciente inestabilidad financiera en Estados Unidos y en gran parte del sur de Europa.
La República Federal no tiene que pagar sus deudas justificar su posición; más bien, debería instar a otros países a repensar sus políticas de deuda. De lo contrario, Alemania podría acabar en la situación paradójica de tener que pagar por las debilidades de los demás a pesar de sus propias fortalezas.
Fuentes:
Ministerio Federal de Finanzas
Ministerio de Finanzas de Japón
FMI / OCDE
Oficina Federal de Estadística
Eurostat
Kyodo News (english.kyodonews.net: «Japón pierde su condición de principal acreedor mundial por primera vez en 34 años»)
